Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad

Introducción

En un entorno cada vez más interconectado y dinámico, el buen gobierno corporativo se ha convertido en un pilar esencial para la sostenibilidad de cualquier organización. Las familias empresarias de Chile y América Latina enfrentan un reto singular: cómo alinear su propósito y valores con las mejores prácticas globales de gobierno corporativo sin perder de vista su identidad y legado. Este artículo explora cinco conceptos clave que pueden ayudar a estas familias a establecer un sistema de gobernanza no solo efectivo, sino verdaderamente trascendente.

Partiendo de la presentación reciente de un alto directivo de BlackRock, quien compartió una perspectiva global sobre la gobernanza y la resiliencia financiera, nuestra discusión se centró en adaptar estas ideas a la realidad de las empresas familiares en nuestra región. Estas organizaciones, con estructuras de propiedad y liderazgo únicas, exigen un enfoque que equilibre las tendencias internacionales con una visión profundamente contextualizada. Aquí propongo cinco conceptos esenciales para la gobernanza de las familias empresarias en América Latina.


Concepto 1: El Gobierno Corporativo va Más Allá del Directorio

En las empresas familiares, suele pensarse que el directorio es el corazón del gobierno corporativo. Sin embargo, este es solo uno de sus componentes. El gobierno corporativo abarca una red compleja de relaciones entre accionistas, directores, colaboradores, comunidades y otros stakeholders. Es un “sistema operativo” que permite a la organización funcionar de manera ética, sostenible y adaptable, y como cualquier sistema, requiere constantes actualizaciones para afrontar desafíos emergentes.

Esta visión integral es fundamental para que las empresas familiares de nuestra región puedan crear valor no solo económico, sino también social y ambiental, y gestionar tensiones entre distintos intereses de forma equilibrada. Es un cambio de paradigma: no se trata solo de tener un directorio bien estructurado, sino de cultivar una cultura de buen gobierno a todos los niveles.


Concepto 2: La “Llave” del Buen Gobierno Corporativo la Tienen los Accionistas

En América Latina, las empresas familiares suelen tener una estructura de propiedad concentrada, lo que les confiere a sus accionistas un papel central en la gobernanza. Los accionistas controladores, generalmente los mismos miembros de la familia fundadora, no solo poseen una visión a largo plazo, sino también una responsabilidad crítica: la de establecer un tono ético y profesional desde la cima.

Este poder concentrado puede ser una ventaja si se utiliza para liderar con transparencia y compromiso. Sin embargo, también implica riesgos de abuso o conflictos de interés. En este contexto, los accionistas controladores deben ser conscientes de su rol en la creación de una cultura organizacional que valore la ética, la transparencia y el profesionalismo, y actuar como guardianes del interés de largo plazo de la empresa.


Concepto 3: Un Gobierno Multidimensional: Familia, Propiedad, Empresa y Patrimonio

El gobierno de una empresa familiar abarca al menos cuatro subsistemas interdependientes que deben ser gestionados de forma equilibrada:

  1. Familia: Mantener la armonía y el alineamiento a medida que la familia crece y se diversifica es un desafío continuo.
  2. Propiedad: La gobernanza del capital implica temas como los derechos de los accionistas y la toma de decisiones financieras, y necesita reglas claras para prevenir conflictos y fragmentación.
  3. Empresa: Cada empresa en el grupo familiar tiene sus propios desafíos operativos, y requiere estructuras de gobernanza que promuevan una gestión profesional.
  4. Patrimonio: Además de la empresa operativa, el patrimonio de la familia incluye otros activos e inversiones, los cuales también necesitan un modelo de gobernanza adecuado.

Estos subsistemas interactúan constantemente. Por ejemplo, una decisión tomada en la empresa puede afectar la armonía familiar o la administración del patrimonio. La clave es lograr coherencia y alineación entre todos estos elementos para evitar conflictos y asegurar un futuro estable.


Concepto 4: Trascendencia y Sostenibilidad

El gobierno corporativo de una empresa familiar no solo debe garantizar su operación, sino también su trascendencia. La sostenibilidad de estas organizaciones va más allá de los resultados financieros, abarcando la misión y los valores de la familia a través de generaciones. Herramientas como el Protocolo Familiar y el Consejo de Familia son, en este sentido, guías morales que transmiten la esencia de la familia a las generaciones futuras.

La trascendencia implica fomentar una cultura de pertenencia y compromiso en las nuevas generaciones, para que encuentren su propio camino en la empresa familiar sin perder de vista los valores heredados. Esto no solo fortalece la identidad de la organización, sino que la convierte en un motor de desarrollo para la sociedad.


Concepto 5: Evitar la “Trampa de las Mejores Prácticas”

Implementar buenas prácticas de gobierno corporativo no significa replicar estructuras y procesos de manera automática. Muchas familias empresarias caen en la “trampa de las mejores prácticas” al adoptar fórmulas de éxito global que, al no estar adaptadas, resultan en estructuras superficiales y rígidas.

En lugar de simplemente “marcar casillas” en un checklist de gobernanza, es esencial adoptar prácticas que realmente aporten valor y que reflejen las necesidades y la identidad de la familia. Esto requiere un proceso de diálogo profundo, donde se discutan y se aclaren las expectativas y valores familiares antes de plasmarlos en políticas formales. El buen gobierno corporativo es un proceso de aprendizaje continuo, una travesía de mejora constante.


Conclusión

El buen gobierno corporativo en una empresa familiar es un sistema integrado que busca equilibrar los intereses de todos los stakeholders y crear valor sostenible. Los accionistas controladores tienen una responsabilidad indelegable en promover una cultura ética y profesional. Gobernar una familia empresaria requiere una mirada multidimensional que considere las necesidades de la familia, la propiedad, la empresa y el patrimonio.

Algunas preguntas quedan abiertas para la reflexión:

  • ¿Cómo podemos adaptar las mejores prácticas globales de gobernanza a la realidad única de nuestras familias empresarias en América Latina?
  • ¿Estamos realmente comprometidos a liderar con ética y transparencia en pro del futuro de nuestras organizaciones?
  • ¿Contamos con un sistema de gobernanza flexible y alineado con nuestros valores familiares?
  • ¿Hemos evaluado si nuestras prácticas actuales de gobierno realmente agregan valor o si solo cumplen un rol formal?

La invitación es a asumir este desafío con pasión y dedicación. Porque el verdadero gobierno corporativo no se trata de seguir recetas, sino de construir un sistema que refleje y proyecte los valores y el legado de la familia empresaria hacia el futuro.