Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad
La ilusión del prestigio
El fenómeno es familiar: una empresa anuncia la incorporación de un nuevo director con un currículum deslumbrante – ex ministro, ex CEO de una multinacional, académico de renombre mundial. Las acciones suben, los medios aplauden, los stakeholders se impresionan. Pero ¿realmente estamos fortaleciendo el gobierno corporativo, o solo comprando una costosa ilusión de seguridad?
El espejismo del director estrella
El atractivo es comprensible. Un nombre prestigioso en el directorio parece ofrecer múltiples beneficios:
- Credibilidad instantánea
- Acceso a redes de alto nivel
- Señal positiva al mercado
- Atractivo para inversionistas
- Prestigio por asociación
Sin embargo, la realidad suele ser más compleja y menos brillante.
Los costos ocultos del director celebrity
1. La paradoja del tiempo
El mismo prestigio que hace atractivo al director celebrity suele significar que tiene múltiples compromisos. Su agenda está saturada de:
- Otros directorios
- Conferencias internacionales
- Compromisos académicos
- Roles de asesoría
- Obligaciones públicas
La pregunta incómoda es: ¿cuánta atención real puede dedicar a entender y supervisar el negocio?
2. El riesgo del conocimiento superficial
Los directores celebrity suelen ser «generalistas brillantes» – personas capaces de hablar elocuentemente sobre cualquier tema. Pero en un mundo donde la complejidad de los negocios aumenta exponencialmente, ¿es esto suficiente?
La profundidad importa:
- Para entender verdaderamente los riesgos
- Para cuestionar efectivamente a la administración
- Para aportar valor más allá de las obviedades
- Para detectar problemas emergentes
3. La trampa del ego
Los directores celebrity llegan con una reputación construida en décadas. Esto puede crear dinámicas problemáticas:
- Resistencia a admitir lo que no saben
- Dificultad para aprender de otros
- Tendencia a dominar las discusiones
- Susceptibilidad ante el cuestionamiento
4. El efecto halo
La presencia de un director celebrity puede adormecer el juicio crítico del resto del directorio:
- Se asume que «alguien tan importante» debe estar en lo correcto
- Se evita cuestionar sus opiniones
- Se delega implícitamente el juicio crítico
- Se pierde la riqueza del debate genuino
El verdadero valor de un director
El aporte real de un director no está en su CV sino en:
- Su compromiso con la empresa
- Su capacidad de hacer preguntas difíciles
- Su disposición a aprender continuamente
- Su independencia de juicio
- Su dedicación al rol
Repensando la selección de directores
Criterios que realmente importan
- Compromiso real Disponibilidad efectiva de tiempo Capacidad de concentración en la empresa Disposición a profundizar Presencia consistente
- Competencias relevantes Conocimiento específico del sector Experiencia en áreas críticas Capacidad de aprendizaje Habilidad para trabajar en equipo
- Características personales Humildad intelectual Coraje moral Independencia de criterio Compromiso ético
El director que necesitamos
El directorio efectivo necesita menos celebrities y más:
- Estudiantes perpetuos del negocio
- Cuestionadores constructivos
- Trabajadores dedicados
- Pensadores independientes
- Supervisores comprometidos
La trampa del networking
Uno de los argumentos más comunes a favor de los directores celebrity es su red de contactos. Sin embargo:
- Los contactos sin compromiso real tienen valor limitado
- Las redes efectivas se construyen en la trinchera, no en los cócteles
- El valor real viene del uso de los contactos, no de su mera existencia
Para reflexionar en el directorio
- ¿Estamos seleccionando directores por su capacidad de contribución real o por su prestigio?
- ¿Cuánto tiempo efectivo dedican nuestros directores más «prestigiosos» a entender el negocio?
- ¿Existe un balance adecuado entre prestigio y compromiso real?
- ¿Cómo medimos la contribución efectiva versus la contribución percibida?
- ¿Estamos cayendo en la trampa del nombre sobre la sustancia?
- ¿Nuestros directores celebrity realmente agregan valor más allá de su reputación?
El futuro del directorio
El directorio del futuro necesita menos brillo y más sustancia. Necesitamos:
- Menos foco en currículums y más en contribución real
- Menos énfasis en prestigio y más en compromiso
- Menos admiración y más cuestionamiento
- Menos celebrities y más directores efectivos
La pregunta no es «¿Qué tan impresionante es su CV?» sino «¿Cuánto valor real puede y quiere agregar?»
Referencias
- «The Myth of the Superstar Director» – Corporate Board Research 2023
- «Beyond Prestige: What Makes Directors Effective» – McKinsey Quarterly
- «Celebrity Directors and Board Performance» – Journal of Corporate Governance