Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad
En el ajedrez organizacional que es presidir un directorio, los mejores presidentes saben que la disposición de las piezas determina el juego. No se trata solo de tener buenos directores, sino de organizarlos en configuraciones que maximicen su potencial según la naturaleza de cada decisión.
La trampa de la estructura rígida
Muchos directorios latinoamericanos operan con una arquitectura estática: los mismos comités, las mismas personas, las mismas dinámicas. Esta rigidez ignora una realidad fundamental: diferentes desafíos requieren diferentes configuraciones de talento, experiencia y perspectivas.
Los presidentes efectivos practican lo que podríamos llamar “geometría variable del directorio” – la capacidad de reconfigurar dinámicamente sus órganos de trabajo según el reto específico que enfrentan.
Configuraciones adaptativas
La geometría variable se materializa en tres niveles:
- Comités ad-hoc por tema: Más allá de los comités estatutarios (auditoría, riesgos, nominaciones), los presidentes visionarios crean grupos temporales para abordar desafíos específicos. Un equipo para evaluar expansión geográfica puede ser radicalmente distinto al que revisa una transformación digital.
- Dúos y tríos estratégicos: Para temas que requieren exploración preliminar, formar pares o tríos de directores con capacidades complementarias puede generar un dinamismo imposible en grupos más grandes.
- Constelaciones con actores externos: Incorporar temporalmente asesores, expertos o stakeholders clave a ciertas deliberaciones, sin comprometer la confidencialidad ni la responsabilidad del directorio.
El presidente como astrónomo
Implementar esta geometría variable requiere que el presidente desarrolle habilidades específicas:
- Cartografía de talentos – Mapear con precisión las capacidades reales (no solo las del CV) de cada director
- Diseño de complementariedades – Identificar qué combinaciones de personalidades y perspectivas generan mayor valor
- Rotación estratégica – Asegurar que la participación en grupos especiales se distribuya equitativamente, evitando silos y feudos de poder
Superando resistencias
La implementación de estructuras variables enfrenta obstáculos típicos en contextos latinoamericanos:
- Territorios de poder percibidos como derechos adquiridos
- Susceptibilidades personales ante reconfiguraciones
- Tradiciones de estabilidad en la estructura
El presidente hábil comunica la geometría variable no como una reducción de importancia para algunos, sino como una multiplicación de oportunidades para todos.
Preguntas para la reflexión
- ¿Qué tan flexible es la estructura actual de trabajo en su directorio?
- ¿Existen temas estratégicos que se beneficiarían de una configuración diferente de talento?
- ¿Qué resistencias específicas enfrentaría al implementar una geometría más variable?
P.D. El directorio más efectivo no es el que tiene la estructura más sofisticada, sino el que adapta su configuración a la naturaleza cambiante de los desafíos que enfrenta. Como presidente, su rol es reconocer cuándo una constelación de trabajo ha cumplido su ciclo y debe dar paso a una nueva geometría más adecuada para el próximo horizonte.