Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad

El nuevo círculo del infierno corporativo

Lunes: Comité de Auditoría. Martes: Comité de Riesgos. Miércoles: Comité de Estrategia. Jueves: Comité de Sostenibilidad. Viernes: Comité de Personas.

¿Cuándo gestiona la empresa el equipo ejecutivo? Los números son alarmantes: 60% del tiempo de alta gerencia se consume en preparar comités, más de 300 páginas de reportes por sesión, y 80 horas mensuales en reuniones. El resultado: ejecutivos que pasan más tiempo reportando que ejecutando.

La paradoja de la sobre-gobernanza

El ciclo es perverso: ante cada problema, creamos un nuevo comité. Este comité exige información y presentaciones. Los ejecutivos dedican más tiempo a preparar y presentar. Tienen menos tiempo para gestionar el negocio. Los resultados se deterioran. La solución: creamos otro comité para supervisar mejor.

La sobre-gobernanza genera una parálisis ejecutiva donde el foco está en presentar, no en ejecutar. Las iniciativas se retrasan, las oportunidades se pierden, y el valor se destruye bajo el peso de una supervisión excesiva.

Los cuatro jinetes de la burocracia

La multiplicación infinita de comités es solo el comienzo. Le sigue el síndrome del PowerPoint, donde la forma supera a la sustancia y el tiempo se consume en formatting perfecto de presentaciones que pocos leerán completamente.

La parálisis informativa completa el cuadro: sobredosis de datos, reportes duplicados y análisis paralelos que generan más confusión que claridad. Todo esto alimenta una burocracia circular donde las decisiones rebotan entre comités en ciclos interminables de aprobaciones y feedback.

Hacia un modelo sostenible

La solución requiere coraje: necesitamos menos comités pero más efectivos. Mandatos claros, eliminación de duplicaciones y «sunset clauses» que aseguren que los comités no sobrevivan a su utilidad.

La información debe optimizarse radicalmente: reportes estandarizados, eliminación de redundancias y un foco implacable en lo material. El tiempo ejecutivo debe protegerse como el recurso escaso que es.

El arte del balance

El directorio efectivo necesita menos presentaciones y más sustancia, menos datos y más insights, menos proceso y más impacto. La gerencia necesita menos tiempo presentando y más gestionando, menos PowerPoints y más acción.

Para reflexionar: ¿Cuánto tiempo real dedica nuestro equipo ejecutivo a gestionar versus reportar? ¿Estamos ahogando la gestión con supervisión excesiva?

El gobierno corporativo efectivo requiere supervisión sin asfixia, control sin parálisis, información sin sobrecarga. Los comités deben apoyar la creación de valor, no obstaculizarla.

Para una reflexión honesta

Sobre la estructura

  1. ¿Cuántos de nuestros comités podrían fusionarse sin perder efectividad?
  2. ¿Tenemos comités que han sobrevivido a su propósito original?
  3. ¿Cada comité agrega valor único y diferenciado?

Sobre la ejecución

  1. ¿Qué porcentaje del tiempo ejecutivo se dedica realmente a gestionar el negocio?
  2. ¿Las decisiones importantes se están retrasando por ciclos de aprobación?
  3. ¿La calidad de la supervisión justifica el costo en tiempo ejecutivo?

Sobre la información

  1. ¿Cuánta información solicitamos vs. cuánta realmente usamos?
  2. ¿Podríamos reducir a la mitad los reportes sin perder visibilidad real?
  3. ¿La información crítica se pierde entre datos irrelevantes?

Sobre el valor

  1. ¿Nuestros comités crean más valor del que consumen?
  2. ¿La estructura actual fortalece o debilita la competitividad?
  3. ¿Estamos listos para sacrificar actividad por efectividad?

La respuesta a estas preguntas podría ser incómoda, pero ignorarlas es más peligroso que enfrentarlas.

Referencias

  • «Making time management the organization’s priority» McKinsey & Co
  • «The Trouble With Too Much Board Oversight» ,  MIT Sloan Management Review
  • «Back to Basics: Board Committees» del Harvard Law School Forum