Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad
La escena es familiar: el directorio de una importante empresa latinoamericana discute su expansión internacional. Se analizan proyecciones financieras, planes de marketing y estructuras operativas. Pero cuando surge la pregunta sobre las tensiones entre Estados Unidos y China, la conversación se diluye en generalidades y opiniones personales basadas en las noticias matutinas. Prevalece la ilusión de que, como región, podemos mantenernos al margen de las grandes confrontaciones geopolíticas.
Un reciente estudio de McKinsey revela que menos del 30% de los directorios regionales considera el riesgo geopolítico como prioridad estratégica, a pesar de que nuestras economías son particularmente vulnerables a estas disrupciones. Esta mentalidad representa un riesgo existencial. Las empresas latinoamericanas, con cadenas de suministro globales y dependencia de mercados internacionales, están directamente expuestas a conflictos que falsamente se perciben como “lejanos”.
Del impresionismo geopolítico a la estructura deliberada
El problema no es falta de información, sino exceso desestructurado. Los directorios regionales sufren de lo que podríamos llamar “impresionismo geopolítico”: muchas pinceladas anecdóticas sin un marco coherente que las organice.
Las empresas más avanzadas están transitando hacia modelos estructurados que podríamos adaptar al contexto latinoamericano:
- Integrando geopolítica en comités existentes: En lugar de crear nuevas estructuras, fortalecer los comités de riesgo o estrategia con capacidades geopolíticas específicas.
- Implementando marcos de análisis: Clasificar los riesgos como “cisnes negros” (eventos desconocidos de alto impacto), “rinocerontes grises” (riesgos conocidos de alto impacto) y “revestimientos plateados” (oportunidades que emergen de la volatilidad).
- Designando responsables: Algunos directorios están nombrando a miembros específicos como líderes de temas geopolíticos, particularmente efectivo en estructuras familiares donde la confianza es fundamental.
Los dilemas estratégicos del directorio latinoamericano
- Localización: ¿Debemos priorizar la eficiencia de cadenas globales o la seguridad de proveedores regionales, aun si esto aumenta nuestros costos en 15-20%?
- Control familiar: ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a diluir el control familiar para acceder a capital que nos permita adaptarnos a la nueva realidad geopolítica?
- Estándar tecnológico: ¿Desarrollamos tecnología compatible con estándares occidentales o asiáticos, sabiendo que cada elección nos podría cerrar acceso a ciertos mercados futuros?
- Marco regulatorio: ¿Invertimos en cumplir múltiples marcos regulatorios incompatibles o nos concentramos en regiones con enfoques similares aceptando perder presencia en otros mercados?
- Acceso a financiero: ¿Cómo balanceamos el costo adicional de diversificar nuestras fuentes de financiamiento contra el riesgo de depender excesivamente de un solo polo geopolítico?
Para reflexionar en su directorio:
- ¿Existe un proceso estructurado para incorporar consideraciones geopolíticas en sus decisiones estratégicas?
- ¿Cómo balancean la visión de largo plazo típica de empresas familiares con la necesidad de respuestas ágiles ante cambios geopolíticos?
- ¿Han evaluado cómo sus principales competidores regionales están respondiendo a los mismos desafíos geopolíticos?
- ¿Tiene su directorio un entendimiento compartido sobre cómo los principales riesgos geopolíticos afectan específicamente a su modelo de negocio?
P.D. La verdadera ventaja competitiva en esta década no provendrá únicamente de la eficiencia operativa, sino de la capacidad de anticipar y navegar un entorno geopolítico cada vez más complejo. Los directorios latinoamericanos que desarrollen esta “musculatura geopolítica” serán quienes lideren la próxima generación de empresas exitosas en nuestra región.
( y gracias a nicolas starck por ponerme este tema)