Autor: Alfredo Enrione – Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad
Por qué la evolución del rol paternal ofrece el mejor manual de liderazgo del siglo XXI
Feliz Día del Padre a todos los que ejercen este rol transformador. Hoy celebramos no solo la paternidad, sino las profundas lecciones que ofrece para reinventar el liderazgo organizacional.
¿Qué puede enseñar la paternidad al gobierno corporativo? Más de lo que imaginamos. En su revelador libro “Fatherhood: A History of Love and Power”, Augustine Sedgewick documenta cómo la paternidad ha sido “una sucesión de crisis de identidad que se extiende por miles de años”, donde cada generación redefine qué significa ser padre según las necesidades de su época.
Estamos viviendo precisamente una de esas crisis—y los líderes inteligentes están tomando nota.
La Gran Transformación: De Autoridad a Mentoría
Sedgewick nos muestra cómo durante milenios, la paternidad se equiparó con el patriarcado: padres como figuras de autoridad distantes cuya palabra era ley incuestionable. Aristóteles creía que el estado mismo descansaba en la base de padres gobernando familias. El padre tradicional dictaba desde arriba, proveía recursos, pero delegaba la conexión emocional.
Este modelo está muriendo—y con él, su equivalente corporativo.
El padre moderno ha evolucionado hacia algo revolucionario: el padre-mentor. Ya no es el patriarca omnisciente, sino el guía que desarrolla potencial. No da órdenes desde la distancia; camina junto a sus hijos, enseñando a través del ejemplo y la presencia.
Los líderes más efectivos de hoy están haciendo exactamente la misma transformación.
Cinco Lecciones de Liderazgo desde la Paternidad Moderna
1. La Presencia Supera a la Providencia
El padre tradicional se medía por lo que proveía—recursos, estabilidad, decisiones. El padre-mentor se mide por cómo está presente en los momentos que definen el crecimiento de sus hijos.
Lección para líderes: Tu equipo no necesita que seas el proveedor omnipotente de soluciones. Necesita tu presencia genuina cuando enfrentan desafíos, cuando aprenden, cuando fallan y cuando triunfan.
2. Las Mejores Preguntas Vencen a las Mejores Respuestas
Sedgewick describe cómo los padres efectivos han evolucionado de dar instrucciones categóricas (“¡Porque yo lo digo!”) a facilitar reflexión (“¿Qué crees que pasaría si…?”).
Lección para líderes: El líder-mentor no es el que tiene todas las respuestas, sino el que hace las preguntas que despiertan el pensamiento crítico en su equipo.
3. Enseñar a Fallar es Enseñar a Crecer
El padre moderno entiende que proteger a los hijos de todo fracaso es inhabilitarlos para la vida. En cambio, los acompaña mientras aprenden de sus errores.
Lección para líderes: Crear un entorno psicológicamente seguro donde el fracaso se procesa como aprendizaje, no como castigo, genera equipos más innovadores y resilientes.
4. La Vulnerabilidad Auténtica Genera Respeto
Una de las transformaciones más dramáticas que documenta Sedgewick es cómo los padres han pasado de la estoicismo emocional a la vulnerabilidad genuina. El padre que admite no saber algo o que se equivocó genera más respeto que el que pretende perfección.
Lección para líderes: La autenticidad vulnerable—admitir limitaciones, mostrar el proceso de aprendizaje—construye confianza organizacional más sólida que cualquier fachada de omnisciencia.
5. El Éxito se Mide por la Autonomía Desarrollada
El padre-mentor sabe que su éxito final se mide por cuán capaces son sus hijos de funcionar sin él. No crea dependencia; desarrolla independencia.
Lección para líderes: Los mejores líderes se enorgullecen cuando su equipo no los necesita para cada decisión. Construyen capacidades organizacionales, no dependencias personales.
El Laboratorio de Poder más Antiguo del Mundo
La paternidad es, en esencia, el laboratorio de poder más antiguo de la humanidad: cómo ejercer influencia sobre alguien vulnerable, cómo tomar decisiones que afectan profundamente a otros, cómo equilibrar cuidado con límites, desarrollo con protección.
Lo que funciona en este laboratorio milenario funciona en las organizaciones.
Sedgewick nos recuerda que figuras como Charles Darwin aplicaron su experiencia paternal a su trabajo científico—sus observaciones atentas de sus diez hijos informaron sus insights sobre evolución. Bob Dylan, el rebelde que desafió “al sistema”, se convirtió en un padre gentil y presente, demostrando que la revolución más profunda a veces es hacia la conexión auténtica.
El Costo de Ignorar la Evolución
Las organizaciones que se aferran al modelo patriarcal enfrentan exactamente lo mismo que las familias autoritarias: rebelión, distanciamiento, eventual abandono.
Hemos visto colapsar a líderes que operaban como patriarcas corporativos—desde Adam Neumann en WeWork hasta Travis Kalanick en Uber—precisamente porque sus modelos de autoridad eran anacronismos en una era que demanda autenticidad relacional.
El talento de hoy, criado por padres-mentores, simplemente no acepta líderes-patriarcas.
Una Revolución en Marcha
Con solo el 21% de empleados confiando plenamente en sus líderes, está claro que necesitamos un nuevo modelo. La paternidad moderna nos ofrece el blueprint: liderazgo basado en mentoría, presencia auténtica, desarrollo del potencial ajeno, y el coraje de medir el éxito por el crecimiento de quienes están bajo nuestro cuidado.
Como documenta Sedgewick, cada generación redefine la paternidad según las necesidades de su tiempo. Los líderes de hoy deben hacer lo mismo: evolucionar del patriarca al mentor, del comandante al desarrollador, del proveedor de respuestas al facilitador de crecimiento.
En este Día del Padre, celebremos no solo a quienes ejercen la paternidad, sino el modelo de liderazgo que están construyendo para el futuro.
¿Has notado estas transformaciones en tu propia experiencia como padre o líder? ¿Qué aspecto de la paternidad moderna crees que más necesita el liderazgo organizacional?
¡Feliz Día Querido Papá!